Gracias a sus trabajos relacionados con motivos religiosos y sus retratos sociales, este artista plástico cordobés, que además fue magistrado y teólogo, dejó un cúmulo de obras que lo colocan en un lugar central en la historia de la pintura argentina.

Especializado en el dibujo, se codeó con Paco Urondo, Fernando Birri, “Cocho” Paolantonio y Carlos Ragone, con los que trabajó en teatro y cine. Con el tiempo, sin abandonar el trazo, incorporó las técnicas mixtas, sumando detalles de pop art como etiquetas y muñequitos. Fuera del atelier, fue un personaje muy querido por el ambiente plástico.