Sábado 20.1.2024
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En el panorama del arte argentino, Haydée Herrera (estilizaba su nombre como “Aid” o “Aid Lea”), se destacó como una artista autodidacta de gran versatilidad, dejando un legado artístico que se extiende desde la pintura hasta el grabado. Nacida el 5 de diciembre de 1905 en Puerto General San Martín, provincia de Santa Fe, y fallecida el 28 de abril de 1993 en Rosario, vivió una vida marcada por la creatividad y la constante exploración artística.
“Pájaros y flores”, 1971, óleo, 39 x 49 cm. Foto: GentilezaComienzos y compromiso artístico
Aid Lea Herrera inició su carrera artística influenciada por su esposo, el pintor Juan Grela, con quien se casó en 1940. Su conexión con el mundo del arte se consolidó al asistir a una muestra junto a Grela, un evento que despertó su interés y amor por la pintura. A partir de ese momento, no solo apoyó fervientemente la carrera de su esposo, sino que también descubrió su propia expresividad artística.
Ante dificultades económicas, Herrera mostró su ingenio al fabricar materiales caseros para que Grela pudiera pintar. Su dedicación fue evidente al usar aceite comestible, colores de cal, cartones de caja, bolsas y maderas terciadas para crear soportes.
“La pareja” (1971). Foto: Gentileza Maximiliano MasuelliLa obra de Herrera se caracteriza por su diversidad y originalidad. Desde xilografías hasta aguafuertes, Herrera exploró técnicas, estilos y temáticas a lo largo de su vida. Su enfoque autodidacta le permitió desarrollar un repertorio único y maravilloso, fiel a sus emociones, formas y colores.
El compromiso de Aid con el arte no se limitó a su taller, sino que también se extendió a las noches solitarias cuando, mientras su esposo daba clases y su hijo estudiaba, ella daba pinceladas a cuadros ya comenzados por Grela. Este acto creativo en la sombra, revelado más tarde, ilustra su pasión y amor por la expresión artística.
“Los pájaros viven con alegría” (1971). Foto: Gentileza Maximiliano MasuelliSegún registros fotográficos de la época, Aid pintó a la par de su esposo murales en la zona norte de Rosario a fines de los años 50. Uno de ellos, que aún puede visitarse en el barrio Arroyito, fue realizado en la casa de Ana Mujica Herrera, su sobrina. La pintura está firmada por ambos y en ella se pueden observar un niño, una casa, un árbol, un perro y flores; también una niña, un aljibe y macetas con plantas, todos resueltos en figuras geométricas planas y simplificadas.
Del mismo año en que se realizaron estos murales (1957), hay una obra firmada por “Aid H”: se trata de una naturaleza muerta, de formas orgánicas y que da cuenta del inicio de su propio estilo y recorrido artístico.
“Sin título” (1967). Foto: Gentileza Maximiliano MasuelliTécnicas y estilo
Contaba años más tarde “Cuando venían los alumnos al taller, me quedaba en el cuarto de Dante esperándolo y en un papel cualquiera dibujaba objetos, por ejemplo me sacaba los lentes y los dibujaba y con eso hacía una cara, unos ojos, muchas cosas. De día me sentaba en el patio y veía las paredes, a las que se le había caído la pintura, muchas formas: de caras, de pájaros, de plantas, que dibujaba en un cuaderno que aún debo tener guardado. Y si no, hacía todo lo que tenía en el patio: macetas, plantas, flores... Después de atender a los alumnos me retiraba a dibujar con lápiz, carbonilla, o con óleo, entonces venía Grela y yo escondía las cosas, hasta que un día me vio y me sugirió que hiciera un modelo. Puso una jarra, una silla de paja y otras cosas, pero a mi no me gustaba hacer eso, saque el modelo y lo hice sin copiar, como me parecía. Así empecé a pintar hasta que me descubrió Mijalichén quien me dijo que debía hacerlo junto con ellos como una alumna más, haciendo los ejercicios. Grela me tomó como una alumna más y aproveché que en ese momento empezaban a estudiar grabado: Clelia Barroso, Pedro Barrera, Estanislao Mijalichén, Nydia Bollero. Todos aprendimos grabado en madera y después otras técnicas, ahí fue cuando me gustó el aguafuerte”.
“Hacia el más allá” (1977). Foto: Gentileza Maximiliano MasuelliAunque compartió influencias y estilos con su esposo, trazó su propio camino artístico. Su obra, mientras rozaba en ocasiones la de Grela, se distinguió por una frescura y una conexión íntima con sus propias emociones y perspectivas. Su obra es de carácter variado, lo cual muestra la profunda búsqueda de técnicas, estilos expresivo y temáticas que fue realizando de acuerdo a los momentos de su vida y las dificultades a las que debió enfrentarse.
Una muestra del arte de Aid Herrera como dibujante. Foto: GentilezaAl respecto contaba: “Al principio hice muchas xilografías, trabajando con madera terciada, después otras técnicas de grabado y finalmente la del aguafuerte que da mucho más trabajo que la xilografía. Hay que poner más atención para el dibujo y como yo no dibujo sino que grabo directamente sobre la plancha, puede salir mal. Como borrar no se puede, yo ponía atención en lo que iba haciendo, trazaba una línea miraba un rato y así me iban saliendo las cosas, tranquilamente. Después, si alguna vez borraba una línea, cuando ponía la plancha en el aguafuerte casi simples salía y yo la aprovechaba para hacer líneas con lápiz que combinaba con las del aguafuerte… hacías todo lo que quería… Buscaba de hacer todas las pruebas posibles… A las aguafuertes las pintaba pero primero empecé a colorear las xilografías con un solo color o apenas algunos, y ví que a la gente le gustaban mucho...”.
Aid Herrera durante la inauguración de su muestra individual de pinturas y grabados en la Biblioteca Popular e Infantil Mitre en 1974. Foto: GentilezaReconocimientos y exposiciones
Aid Herrera no solo dejó una marca en la escena artística de Rosario y Santa Fe, sino que también participó en exposiciones a nivel nacional. Su primera muestra individual se llevó a cabo en 1963, y hacia 1967 ya exponía en diversas galerías de la región. Las últimas exposiciones de sus obras, antes de su muerte, fueron en 1992, en un espacio perteneciente a Teresita Rivelli, en calle San Martín (Rosario), y en Miró, una galería perteneciente a Adriana Armando y Guillermo Fantoni. En 2010, una serie de sus obras fueron parte de la muestra “La naturaleza de las mujeres. Artistas rosarinas entre 1910 y 2010”, y, en 2017, se realizó una completa exposición de su legado llamada “Un lugar en la tierra”, ambas en el Espacio de Arte de Fundación Osde en Rosario.
Retrospectiva “Un lugar en la tierra”, realizada en la Fundación Osde de Rosario en 2017. Foto: Gentileza Museo ModernoAid Herrera falleció en 1993, pero su legado artístico perdura. Aid Herrera no sólo fue una compañera valiosa en la vida de Juan Grela, sino una artista autodidacta que exploró, experimentó y dejó una huella duradera en el arte argentino. Su historia es un testimonio de la creatividad que puede surgir incluso en circunstancias desafiantes, y su legado es un recordatorio de la importancia de la expresión artística genuina.