La agrupación barcelonesa Ketekalles llega por primera vez a Santa Fe el sábado 24 de febrero a las 21, presentando “Antiheroína”, su segundo disco de estudio, que cuenta con la participación de las artistas argentinas Lucy Patané y Paula Maffía.
La agrupación española presentará su segundo álbum en Tribus Club de Arte. Será en el marco del ciclo La Casa Invita, el sábado 24 de febrero a las 21, con entrada libre y gratuita. En diálogo con El Litoral, la cantante Sombra Alor repasó este viaje creativo, militante y musical, que las trae en su segunda gira sudamericana.
La agrupación barcelonesa Ketekalles llega por primera vez a Santa Fe el sábado 24 de febrero a las 21, presentando “Antiheroína”, su segundo disco de estudio, que cuenta con la participación de las artistas argentinas Lucy Patané y Paula Maffía.
Sombra Alor (voz), Cami López (batería y percusión), Ana Toledo (guitarra) y Nadia Lago Sáez (bajo) fundaron el grupo en 2016, para ser “la voz imprescindible en una sociedad rota” y empezar a “Remendar el caos”, tal el nombre de su primer álbum, con el que se enfrentaron a la xenofobia, el machismo y la homofobia (entre otras temáticas) desde una fusión sonora movilizante, apuesta que revalidaron en “Antiheroína”.
De todo esto habló El Litoral con Sombra (Elisabet Alor para Hacienda de España), la frontwoman de la formación.
-Vienen a Santa Fe en el marco de una gira por Argentina, Chile y Uruguay; habían estado ya en marzo. Teniendo en cuenta que tienen una argentina (Nadia) y una chilena (Cami) en la formación. ¿Cómo se da esta oportunidad de poder volver a recorrer este lado del mundo, con una propuesta que en España está creciendo y acá se puede seguir desarrollando?
-Estamos muy contentas, muy agradecidas de que la vida nos permita ir a Latinoamérica y visitar lugares como Córdoba, La Plata, Santa Fe. Es una bendición.
-Se fueron agregando fechas: Santa Fe no estaba en la primera en la primera grilla. Está bueno en cada gira hacer más ciudades.
-Sí, nos encanta llegar ahí.
-El año pasado habían estado presentando “Remendar el caos”, el primer álbum; ahora vienen con “Antiheroína”, este nuevo álbum de estudio. ¿Cómo fue levantar la apuesta, tanto en el estilo como en el mensaje de Ketekalles como para decir: “¿Qué queremos decir, qué queremos hacer en este segundo material?”.
-Pues ha sido muy interesante y muy enriquecedor, porque hemos crecido mucho desde el primer disco: hubo una pandemia por medio. Y nosotras como músicas hemos crecido una banda (risas). Estamos muy contentas de cómo ha salido; hay algunas canciones que nos han costado más esfuerzo de componer y otras que han sido más fáciles; pero por lo general estamos con fuerzas para continuar creciendo. Aprendemos haciendo, y eso es lo que nos hace ser nosotras.
-¿En qué sentido algunas canciones fueron más difíciles de componer?
-Por ejemplo, intentábamos hacer una cumbia: la argentina y la chilena querían una cumbia y claro, a las que somos de aquí de la península nos cuesta un poco más, porque no es tanto nuestro registro. Fue más complicado que hacer una rumba pop; pero al final lo conseguimos y es de las mejores: no ha quedado cumbia, ha quedado más bien merengue (risas), pero tiene un mensaje y tiene lo que buscábamos: eso es lo importante.
-Tienen ese mix de rumba con pop, con géneros urbanos, con los géneros latinos. ¿Cuánto hay de decir: “Hagamos algo que tenga estos ingredientes”, o cuánto va fluyendo espontáneamente por las influencias de cada una?
-En este disco sí que hemos ido más a buscar un hijo concreto; pero por lo general nos pasa que nos gustan muchos estilos: somos muy diversas, a cada una le gusta un estilo más que otro, pero en general nos gustan todos. También nos gusta, en medio de una canción de un estilo, jugar con otro estilo: es algo que nos divierte mucho. Estar haciendo rumba y de golpe pasar al rock es algo que nos divierte, lo vemos más rico. Hoy en día ya no somos tan puristas con la música: creemos que enriquece.
-En algunas está esto de “la canción dentro de la canción”; como un segmento que se va del género y después vuelve.
-Sí, nos encanta irnos del género y volver al mismo dónde estábamos. A veces genera su conflicto, ¿sabes? También tiene su cosa, porque claro: estás ahí en una balada y una dice: “Guau, vayamos al rock”. Y es como: “Hombre, ¿ahora?” Pero bueno, también tiene su gracia.
-¿Cómo fue el trabajo junto a Mario Patiño y Edgar Beltri en el estudio para llevar esas ideas a que suenen?
-La Atlántida Estudio, Mario y Edgar, son un estudio donde ya de por sí trabajan con mestizaje: Mario es colombiano, entiende la música latina; Edgar es más preciso y más técnico. Entonces el combo de los dos es increíble. Aparte que Mario es una persona que siempre acompaña al momento real de la banda; cuando hicimos “Remendar el caos” no quiso que hiciéramos cosas muy desarrolladas, porque tampoco lo íbamos a poder materializar en el directo. Ahora, que ya éramos más crecidas hemos podido desarrollar canciones con fondos más de pista y así; porque nos veía más capaces de llevarlo a cabo. O sea que son un perfecto lugar para sentirte cómoda y desarrollarte creativamente al cien por cien.
-En lo que respecta a las letras se meten con temas que tienen su aspereza: migración, sexismo, la vida en el capitalismo tal como la conocemos, entre otros. ¿Cómo nace y cómo se sostiene esa voluntad de querer influir aunque sea un poco en el en el mundo, con lo que uno tiene para decir, en un momento en que muchos artistas a veces quieren correrse de las polémicas?
-Para nosotras lo político ha formado parte muy de lo personal; y también creemos que lo político a veces termina un poco lo personal: te ves un poco confrontado con la vida. Es complicado a veces llevar lo político a la vida personal. Entonces creemos que eso es un tema interesante: que nos sacia, que nos sana, que nos cura. Creemos que la música también es algo que transgrede mucho el cuerpo, la mente, el discurso, la opinión crítica. Tener un discurso así, abierto, que te permita reflexionar pero que no te obligue a nada, también tiene que existir.
Hay música vacía de contenido que también sirve: para bailar, para desinhibirte. Nuestra música es más para ir al centro de ti mismo y que se te muevan cosas adentro
-Pero también lo podés hacer bailando.
-Claro, nosotros intentamos mezclar las dos cosas; pero somos un poco más profundas, intensas, nos gusta ser así (risas).
-No son ni demasiado solemnes, ni es una bajada de línea permanente; sino que es un mensaje que les nace y que lo comparten.
-Claro. A veces la vida es yin-yang, tristeza y alegría, no se puede quedar uno siempre en la tristeza, ni siempre todo es rosas y bienestar. Está guay ver ese equilibrio y ver la riqueza de eso.
-En la canción que se llama justamente “Antiheroína”, que es una de las que tiene como un montón de cambios en la estructura de la canción, colaboraron con artistas argentinas: Lucy Patané y Paula Maffía. ¿Cómo se dio esa cooperación?
-Pues primeramente de admiración total: nos parecen unas genias impresionantes. Lucy Patané porque toca y compone que flipas; Paula Maffía también es una cantante y compositora brutal. Ya de entrada las admirábamos mucho, y cuando las conocimos en esa primera vez que fuimos para allá, pues las convencimos (risas).
Lucy en una entrada no entendió mucho cómo que queríamos ahí entrar más el rock, porque la veía muy rumbera, muy flamenca, muy española. Y cuando nos conocimos fue como: “No, Lucy, haz lo que quieras, pero haz algo a tu manera”. Ahí ya entró y fue amor puro.
-Terminaron colaborando la distancia, después de que volvieron.
Sí, pero fue muy ameno, muy fácil. Como Lucy tiene un estudio también, lo consiguieron hacer bastante rápido y a su manera: fue muy guay, muy fácil nos lo pusieron. ¡Y ahora vamos a tocar en el Konex con ellas!
-¿Qué se viene para Ketekalles en 2024 (hasta donde sepas)?
-Vamos a estar en Argentina (en Córdoba, La Plata, Santa Fe); vamos a estar en Uruguay, parece ser; ser vamos a estar en Bogotá, en Chile; también en quilquil pueden ya creo de alguna alguna más que ahora no recuerdo pero hay que echarle un ojo y después volvemos creo que lo tengo ahí las las fechas en Chile: en Quilpué, en Chillán, y alguna más.
Después volvemos a España y haremos el Apolo, que es una sala muy bonita. Y tenemos plan de girar como este año, que ha sido increíble: hemos hecho 12 países; pues esperamos que este año hagamos 20. Esperamos riqueza en el sentido musical, y en el sentido de que la vida nos dé suerte; y estar lo mejor posible, hacerlo lo más fácil y bonito posible: disfrutar y crecer como personas Creo que con eso pasaremos un 2024 espectacular.
-Y poder seguir mostrando este álbum. El anterior salió en pandemia.
-Realmente el anterior álbum, para ser pandemia, giramos un montón. Y ayudó muchísimo: como tenemos ese yin-yang en la música, la pandemia fue muy dolorosa, entonces acompañó mucho a las personas, fue muy bonito el feedback. Y este nuevo disco está más empoderado: no hay tanta tristeza como en el primero. Hay para todo todas las emociones, y seguro nos trae lo mejor.
-¿Ya hay ideas para canciones nuevas o todavía no se sentaron a charlar de eso?
-Todavía estábamos con el directo. Para nosotras el directo es el lugar: la música refleja una cosa, pero el directo es otro mundo y conquistamos muchísimo. Entonces nos dedicamos mucho a eso, porque también nos divierte: estamos poniendo pistas nuevas, la batería lleva cosas nuevas, todas nos hemos puesto in-ears. Estamos mejorando musicalmente para que en directo sea increíble; ya lo es, pero tenemos esa motivación. Y como y hemos cubierto una parte de la música, vamos a dedicarle ahora a eso.