Lunes 15.1.2024
/Última actualización 11:32
Tal vez sea una de las obras más importantes de los últimos años. No hay fecha para estas cosas de la magia, la interpretación, el mensaje y la comunión de aquello que se dice y lo que se entiende de cuánto se dijo y se repite: el teatro es verdaderamente mágico. Es día por día con gente diferente en la butaca y humores diferentes en el escenario, para un texto escrito por otro en un sitio también diferente, en otro momento y algo cruza por sobre todas las coordenadas de espacio y tiempo y estalla. Magia.
Perdón, estoy hablando de la comedia musical “Forever Young”. Una receta probada. Funcionaba. Funciona. No es atrevido decir que funcionará si vuelve. Estuvo solo cuatro días. El aplauso al cierre decía una sola palabra: vuelvan. Cantores, bailarines, actores de tablado completo. Vuelvan. Fue importante que estuviesen en esta temporada.
El grupo musical alemán, Alphaville, hace varias décadas (década del 80) puso una canción entre las más escuchadas: su frase central dice: “Siempre joven, quiero ser siempre joven / ¿Realmente quieres vivir para siempre? / Siempre y por siempre / Siempre joven, quiero ser siempre joven /¿Realmente quieres vivir para siempre? / Siempre joven” Golpea el tema. Forever Young.
Siempre jóvenes. Un mandato. Es el eje del material teatral, que se crea y estrena en Noruega. En España retoman el asunto. El asunto es, con un fuerte humor negro, viejitos, veteranos, tercera edad, los abandonados a su último destino en un geriátrico y convendría detenerse en este punto. Hablemos de un fenómeno: reírnos de algo feo presentado como posible, si, pero conviene contarlo con sonrisas, superémoslo.
Tal vez una de las enfermeras más terribles en cine fue la de “Alguien voló sobre el nido del cuclillo” (“One Flew Over the Cuckoo’s Nest” - Alguien voló sobre el nido del cuclillo, en Hispanoamérica, “Atrapado sin salida”): Louise Fletcher hizo el personaje multipremiado. Esta enfermera de “Forever Young” apunta al estereotipo y desempolva el humor sobre la posición dominante. En rigor los personajes acatan eso, la posición dominante, están en el momento de mayor flaqueza de sus vidas y dependen de ella, una enfermera que solo sirve cuando se va. La enfermera es, a su modo, el pie en el día a día, el cable a tierra de estos ancianos en un geriátrico. La desvalida e inatajable realidad. Van hacia la muerte.
Leamos que se decía cuando se estrenó. “‘Forever Young -Por siempre joven-’ cuenta la historia de estos viejitos que intentan mantener encendida la llama de su edad dorada: para eso recurren a la música, con un variado repertorio. La dirección musical es de Gaby Goldman quien, además, interpreta a uno de los ancianos y toca el piano en escena. ‘Es una obra de cámara’, dice. Completan el elenco Calicchio, Martín Ruiz, Melania Lenoir, Germán Tripel, Gimena Riestra e Ivanna Rossi. También los coristas, Walter Canella y Andrea Lovera. Los roles están repartidos: seis ancianos, una enfermera y dos intérpretes en una cabina, que se encargan de los covers. Cada vez que la enfermera se retira, el espíritu del pop y el rock toma vida, con canciones de los 70, 80 y 90. La puesta incluye temas como ‘I Love Rock & Roll’, ‘Sweet Dreams’, ‘Barbie Girl’, ‘I Will Survive’, ‘Forever Young’ y un bloque de rock nacional creado para esta versión”.
Esto decía Clarín hace más de una década. No se extraña a Calicchio, pero algo sí. No se extraña a Tripel, pero algo falta... o algo cambió. Todo para bien en este verano... muchos años después de la nota que se reprodujo.
Hay más. Leamos otra mención: el diario La Capital de Mar del Plata dice, en este enero del 2024 lo que sigue: “Con dirección general de Daniel Casablanca,“Forever Young”, subirá a escena del 11 al 14 de enero a las 21.30 en la sala Astor Piazzolla del Teatro Auditorium. Ganadora de tres premios ACE 2012 y Premio Hugo en 2012 y en 2023 está ambientada en un geriátrico del 2050... El elenco de esta versión es ‘un verdadero seleccionado de la comedia musical’ en nuestro país: Walter Canella (‘Sweeny Todd’), Sebastián Codega (‘Tango en Rose’), Melania Lenoir (‘Chicago’), Andrea Lovera (‘Drácula’), Marcos Rauch (‘Judy, un homenaje a Judy Garland’), Ivanna Rossi (‘Raffaela’), acompañados por el maestro Hernán Matorras”.
Agreguemos: está presente, no es por debajo, es en línea, está presente aquello que fueron. Los viejos no se olvidan de su fulgor y quieren refugiarse en aquel brillo que tuvieron. Los veteranos aceptan sus problemas (toses, pastillas, rengueras, humillaciones, verdades crueles e inatajables sobre las capacidades diferentes) y quieren encontrarse en aquel mundo que tuvieron, una realidad fantástica donde eran personajes (“Hamlet” y “Romeo y Julieta” los más notorios). Hay dos textos ejecutándose al mismo tiempo y una línea iluminada que une lo que se fue y no vuelve y lo que se es, ya sin retorno. Está claro que el Negrísimo Humor (las mayúsculas son necesarias) salva a la verdad de los Asilos de Ancianos que puede -lo hace, lo hace- esconderse en la ficción. La vida en los geriátricos no es esa. Si lo fuese quisiera estar en la comparsa de estos veteranos que deciden algo sencillo y terrible, vamos a morir pero vamos, mientras llegue recordemos aquello que fue.
La obra es un tanque inatajable. El geriátrico que aparece no existe, pero quisiera vivir en ése living común. En todo caso recomendar, como cronista complicado (casi un cómplice generacional) que vale la pena espiar como marchan a la muerte, “es una oferta que no se puede rechazar”.