Un libro que seguirá escribiéndose

Una docena de cuentos dan a conocer a la comunidad de lectores el primer libro de María Fernanda Trebol. Quienes transitan por el subterráneo literario de la ciudad de Rosario, afirman que por fin salen a la luz este puñado de historias.

La inacabada obra que circula por los distintos talleres a los cuales dicta y asiste, así como en los espacios de lectura que coordina, dan conocimiento de la calidad narrativa y la magia de su universo construido.

Hablar de las historias de Fer, como se la conoce, es hablar de un capítulo de una novela que recién comienza a escribirse, y en este punto adhiero a la idea de Marcelo E. Scalona que escribe la contratapa de la recopilación.

María Fernanda Trebol logró lo que tanto cuesta en aspirantes a escritores, un tono propio. El lector que tiene la fortuna de cruzarse con una historia de la autora, ingresa de forma sutil al relato y una vez en él, el diálogo con pequeños elementos de la naturaleza y el contexto, lo sumergirán en el estado de ánimo de los personajes. Una marca registrada de la autora. La atmósfera literaria se edifica pieza por pieza, por más microscópica que sea, sin perder de vista ningún detalle, casi de forma artesanal. El uso del lenguaje es preciso y eficaz.

María Fernanda Trebol se da a conocer por medio de un justo y merecido premio de Casilda, su ciudad natal, que le permitió los medios para la publicación de “Después de la siesta”.

La narrativa de Fer

La prosa de María Fernanda Trebol es valiente, audaz y sabia. Sus historias tienen la habilidad de narrar mundos propios, pero por sobre todas las cosas, de crear como propio aquellos universos que no le pertenecen más que por la sensibilidad y el lúcido entrenamiento sensorial. Trebol ubica la cámara narrativa por momentos en el lado B de la matriz social, allí donde el costado parece latir solamente en el sufrimiento de los actores mientras el mundo continúa con la dinámica del funcionamiento, sin importarle.

El cuento “Lucky” desnuda la crudeza del sistema de salud, con un realismo cuya magia del relato se edifica en la humanización de los vínculos laborales de un hospital público, donde la burocracia lleva a deshumanizar la condición de Quito, el linyera del pueblo. Quito encuentra la muerte ante la puerta de la guardia, que lo tortura y despoja como un centinela Kafkiano. Un guardián de la ley y el juramento hipocrático. Las cuatro carillas que componen la historia breve es un puñal psicológico y una verdad revelada, ¿quién es un ser humano?

La salud como temática también es trabajada en el cuento “El color de borrar”. Allí la autora encuentra la música del tono narrativo en el monólogo interior de un protagonista, que como puede, edifica un relato poco confiable de sus percepciones, sumergiendo al lector en las características sensoriales de un padecimiento mental. Es la cortesía de la autora para visibilizar y hacer partícipe de forma empática un mundo distante y ajeno. Nuevamente, se habilita la pregunta: ¿cuáles son los dispositivos de contención en materia de salud mental? Una pregunta que late en el silencio del subterráneo literario.

El libro nos presenta una puerta al goce clandestino de la ciudad de Rosario y el entramado social con la trata de personas. “El dueño de todo” es un relato crudo sobre los héroes de la Rosario de puños y rosas, como describe la autora. El escrito es notable y la densa atmósfera de una historia sin tiempo se vivencia en la conjunción de un cielo que marca el ritmo de lo que esconde el cemento del centro. El lado B late en el BARcelona y el Berdusco ante la acelerada dinámica de las calles Sarmientos, San Juan y San Martín, ¿acaso nadie lo sabe?

“Anochece temprano” es un cuento que posee muchos de los tópicos trabajados por María Fernanda Trebol en su escritura. En él las elipsis suelen ser una puerta de entrada al diálogo con la ausencia física de una persona, y la importancia de los objetos en el universo literario como punto mágico de equilibrio. El mundo intangible por momentos en la literatura de Fernanda tiene tanto peso como el mundo material. En la importancia y respeto por las personas muertas podemos encolumnar la literatura de la autora con la narrativa de Juan Rulfo. Estos tópicos se dejan leer en el relato “Como un glaciar”, donde una cajita contiene más que las cenizas de un hijo que nació muerto. Es la posibilidad truncada de un proyecto común y un duelo amoroso que no se termina elaborar.

“Anochece temprano” es quizás el cuento más tierno de la recopilación, un diálogo generacional entre dos contextos duros de nuestra historia, la pandemia y la Guerra de Malvinas.

“La siesta” es el cuento más largo del libro y donde por medio de una alegoría cobra vida ficticia la inevitable tragedia nacional y los sueños eternos de los caminos que se truncan: “yo me siento más solidario con los vencidos que con los santos. No tengo afición al heroísmo ni a la santidad. Lo que me interesa es ser hombre. Si había santos en el Impenetrable, también eran vencidos”, escribe la autora coqueteando entre Camus, Rieux y Julián Carrasco. Quizás más que una cita, sea el resumen de este libro que seguirá escribiéndose.

Bio

María Fernanda Trebol (1975) nació en la ciudad de Casilda, provincia de Santa Fe. Es licenciada en Comunicación Social (UNR) y reside en Rosario. Desde muy chica formó parte de grupos en los que leía bastante, se tomaba mate amargo y se intentaba escribir. Impronta en el Margen y El Jardín de Epicuro fueron dos de esos lugares entrañables. Desde el 2018 hasta el 2021 continúo esa tradición en el Taller Literario de la Calle Inclinada, coordinado por Marcelo Scalona. Durante el 2022 asistió al taller literario virtual dictado por Margarita García Robayo.

Es una de las autoras de la novela colectiva “El circo y La Mariposa”, publicada en 2021 por Editorial Homo Sapiens, texto que también editó y corrigió.

Algunos textos de su autoría son publicados en la contratapa del diario Rosario/12.

Antologías que incluyen sus textos: “Cuidando con las palabras” (Indeso Mujer, Consejo Municipal de Rosario y MR, 2022), “Palabras que cuelgan del aire” (Centro Cultural Universitario UNNE, 2021), “Tiempo de contar” (Editorial UNC-2° premio-2020), “El paraguas amarillo” (Urrike Liburudenda- Meritorio-2020), “Cuentistas rosarinos” (UNR Editora-2008). En la actualidad coordina talleres literarios y ciclos de lecturas.

Datos del libro

Título: “Después de la siesta”.

Autora: María Fernanda Trebol.

Género: Narrativa / cuentos.

Diseño y maquetación: Marina Baudracco.

Fotografía de tapa: Alejandra Correa.

Contratapa: Marcelo E. Scalona.

Editorial: La Gran Nilson Editora.

Páginas: 64.