Sábado 6.1.2024
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La historia de los Reyes Magos aparece en el Evangelio según San Mateo, en el Nuevo Testamento. Según consta allí, eran una especie de sabios que, tras ver una estrella que decodificaron como el signo del nacimiento de un rey, pudieron llegar hasta el pesebre de Belén. “Cuando nació Jesús, en Belén de Judea, bajo el reinado de Herodes, unos magos de Oriente se presentaron en Jerusalén y preguntaron: ¿Dónde está el rey de los judíos que acaba de nacer? Porque vimos su estrella en Oriente y hemos venido a adorarlo”, dice la Biblia.
Una vez que hallaron al recién nacido Jesús, le otorgaron una serie de regalos que, de acuerdo a la interpretación cristiana, están cargados de simbolismo. El oro es la realeza, un modo de reconocer a Jesús como el Mesías. El incienso implica la aceptación de la divinidad del bebé que acaba de nacer. Y la mirra es la referencia a la humanidad de Jesús y su futura misión redentora en la cruz. La figura de los Reyes Magos se convirtió así en un elemento central de la celebración cristiana de la Epifanía, que conmemora la revelación de Jesús como el Mesías. En la tradición católica, se celebra el 6 de enero.
National Gallery of Art, Washington DCAl igual que otros pasajes narrados en la Biblia, en especial los que tienen vinculación con la vida de Jesús, el viaje de los Reyes Magos y su veneración por el niño de Belén resultó un disparador para pintores de distintas épocas, que realizaron sus propias interpretaciones de los hechos. En las líneas que siguen, se propone un repaso por cinco obras pictóricas que corresponden a los siglos XV, XVI y XVII y pueden englobarse en diferentes movimientos y tendencias. Lo que tienen en común es que fueron realizadas por eximios creadores.
La primera de las seleccionadas corresponde a Sandro Botticelli. Botticelli, pintor del Renacimiento italiano, expresa en este trabajo las preocupaciones de tal período. En particular, la adopción de la simetría y las proporciones vinculadas con la influencia de la antigüedad clásica grecorromana y la representación de escenas bíblicas y religiosas con un enfoque renovado y más centrado en lo humano. La obra refleja, en efecto, la atención al realismo, la proporción y la armonía que son típicas de esta época. En su pintura, Botticelli muestra la adoración a Jesús, se observa a la Sagrada Familia y hay un simbolismo respecto del fin de lo viejo y el comienzo de una nueva era, que es lo que propone Cristo.
Otro de los grandes artistas de la historia que abordaron la adoración de los Reyes Magos fue El Greco, pintor español pero nacido en Creta. Existen dos obras de su autoría que trabajan sobre el tema: una se conserva en el Museo Soumaya de México, la otra en el Museo Lázaro Galdiano de Madrid. La versión del Museo Soumaya, elegida para estas líneas, tiene como protagonista al recién nacido Jesús, que ocupa el centro de la escena. Está en brazos de su madre María y extiende su mano para aceptar los regalos de los sabios. Hay un detalle: el rey mago que está postrado ante el niño, ha depositado su corona en el suelo: reconoce así que su divinidad está por encima de cualquier jerarquía mundana. La obra de El Greco va más allá de la mera representación visual y se adentra en lo espiritual. Su interpretación refleja una conexión profunda con lo divino, ostensible en la expresión de la Virgen María.
National Gallery of LondonJan Gossaert, también conocido como Mabuse, fue un pintor flamenco que también dejó su propia mirada sobre los Reyes Magos, que sobresale por su atención a los detalles y por la riqueza de los colores utilizados. La obra es, aproximadamente, de 1510, la técnica es óleo y el soporte madera de roble. Fue pintado para la capilla de Nuestra Señora de San Adrián de Grammont. En la composición de la escena, María está en el centro con su hijo en brazos, Gaspar está de rodillas ante el niño, Melchor y Baltasar están ubicados a los costados. Los Reyes Magos, que están ofreciendo sus presentes, aparecen ataviados con la ropa usual de la alta burguesía flamenca. La escena está rodeada por ángeles.
Cappella degli ScrovegniPor otra parte, Giotto di Bondone, pintor, muralista, escultor y arquitecto del llamado trecento italiano, realizó una serie de frescos en la Capilla de los Scrovegni en Padua, Italia. Una de las escenas a las que alude es, precisamente, la adoración de los Reyes Magos. En un artículo de su autoría, Carlos Vargas, expresa en esta versión, que muestra a los tres Reyes Magos arrodillados ante el Niño Jesús mientras su madre, la Virgen María, los observa con ternura, “es famosa por su rica paleta de colores y su habilidad para representar las emociones y los sentimientos de los personajes. Los rostros de los Reyes Magos reflejan su asombro y reverencia ante el niño Jesús, mientras que María parece estar agradecida y conmovida por su presencia”.
Museo del PradoEn el siglo XVII, el español Juan Bautista Maino, referente del Siglo de Oro, creó su propia representación de los Reyes Magos adorando al niño Jesús. Según consta en la página del Museo del Prado, la obra es una de las más importantes y alabadas de la producción del artista. “Maino concibió el tema a partir de una cuidada composición, muy sencilla en cuanto a su estructura espacial y en la inclusión de figuras y elementos. Sin embargo, los personajes se conciben cargados de cordialidad y emotividad, al tiempo que se les hace encajar entre sí de manera eficaz. La escena tiene lugar entre las ruinas de uno de los edificios más significativos de Roma, el Coliseo, icono de la época imperial que aparece, tal y como podemos ver en representaciones de la Edad Moderna, invadido por plantas”.