Demetrio López, es periodista, productor de TV, radio y medios, entre otros oficios. Aunque aquello que lo moviliza es la literatura. “Escribir, escribí siempre, pero más por el lado periodístico y del humor”, Comenta el autor de la novela. “He sido y soy un lector permanente, interesado en la novela policial y otros géneros”. Luego agrega “En el año 2011 se me ocurrió una idea. En mi caso, me entusiasmó escribir una historia que nunca vi escrita en otro libro. Desde ese año hasta el 2022, hice una versión por año. A la doceava, me aburrí y decidí terminarla”.
En relación al libro dice: "Es como una especie de subtítulo, indicaciones para la orquesta, indicar que se va a escuchar". Además aseguró: "Lo que se me ocurrió era cruzar la época dorada del tango con la llegada de personajes nefastos de esa época, década del 40, y pensar que hubiera pasado si músicos llegaran a ese Buenos Aires". Y remarcó: "La idea de la novela es que pasa en diez horas, pasan muchas cosas en ese tiempo". En otro medio gráfico dijo: “Me inicié en el tango con Astor Piazzolla, lo que para mucha gente podría ser un sacrílego: fue como arrancar por la máxima expresión musical. De todos modos, no me es ajeno ese mundo. Lo conozco. Además, era el mundo donde habitan estos personajes, que es el tango de los años 40 con Troilo, Homero Manzi y Enrique Santos Discépolo”.
El escritor, periodista y traductor bonaerense Guillermo Piro escribió: “Los personajes de esta novela no están nunca verdaderamente vivos ni verdaderamente muertos. Como los mitos, consiguen penetrar en la zona gris de la existencia, donde vivos y muertos se confunden. Demetrio López, en Tango para orquesta y esvástica, confiere al género policial algo que por necesidad nos vemos obligados a llamar clásico. Con la condición de que este clasicismo no sea entendido como un antídoto para neutralizar y volver inocuo un libro tan único. Esa zona gris de la existencia constituye el punto de partida para volver a reflexionar sobre cómo, en un tiempo no muy lejano, ciertas personas se lanzaban a la acción, sin quedarse cómoda mente sentadas en un sillón con el control remoto en la mano, cultivando la ilusión de entablar una relación interesada con el mundo.
La novela comienza con uno de los últimos capítulos, el 53, y en el medio decide correr el 25 hacia el final; ¿capricho, juego o un enigma?. La decisión de esos corrimientos tienen que ver más con lo cinematográfico, a decir, una acción violenta, de impacto que obliga a volver hacia atrás para entender cómo se llegó allí. Y deja para el final un movimiento temporal que brinda un cierre nostálgico como un tango.
Lo cinematográfico juega un papel preponderante en la novela, así lo describe Demetrio en otro medio gráfico “Me cuesta no pensar en cine. Soy sincero: pienso imágenes. No puedo no pensar en esos términos. Si tengo una referencia fílmica de lo que escribí es Gatica, el mono, de Leonardo Favio. Hay una escena donde el Mono entra a un cabaret -más o menos como el que estoy pensando- y se pone a dirigir la orquesta. Me pareció reveladora. El cine encuentra muchas veces soluciones inesperadas que lo hacen rico narrativamente. Que él dirigiera esa orquesta era una manera de hablar del personaje. La potencia del cine hace que la imagen lo explique todo. Uno no puede copiar recursos del cine porque obviamente necesitaría imagen. Pero intento escribir en términos de imágenes.
Situada en el año 1947 en Buenos Aires. “Es la época de oro del tango, del peronismo y momento de la llegada de ciertos personajes oscuros provenientes de Alemania. Dos de ellos llegan a una de las orquestas del momento buscando insertarse, pero tienen muchos enemigos, así que no será tan fácil. La historia transcurre en una única noche, repleta de música y sonidos de balas”, cierra Demetrio.
-En la reseña indica que es un policial clásico ¿Qué te apasiona del género policial?
-En algunos casos, la trama, la originalidad de la historia o los personajes entrañables. En otros (o a la vez), la posibilidad que brinda muchas veces el género de extraer poética de lo sórdido.
-¿Qué aspectos te atrapan a la hora de escribir una nueva novela?
-Dos principales, en mi caso: que sea original (una exigencia más bien), y que tenga, como decía Roberto Arlt, la violencia de un cross en la mandíbula.
-¿Qué escritores contemporáneos seguís?
-Muchos, variados y por distintas razones. De los más conocidos, Borges, Hammet, Chandler, Piglia, Houellebecq, Manuel Puig.
-¿En dónde estuviste presentando la novela? ¿Pensás venir para Santa Fe?
-Me llamaron de algunas radios y algún programa de televisión. He ido innumerables veces a Santa Fe y seguramente muy pronto volveré.
-¿En qué proyectos estás pensando para el futuro reciente?
-Respecto de lo literario, estoy escribiendo la continuación de “Tango para orquesta”. Han pasado algunos años y varios de los protagonistas, en este caso, deben averiguar quién fue el responsable de un crimen que, dado en el contexto en el que se produjo, es sin dudas perfecto
Uno de los hombres pelea con un abrecartas. Pero pelea igual. Ve sangre en sus manos y al levantar la vista hacia su contrincante, la luz del amanecer lo enceguece. Cuando recupera la visión, la navaja del otro choca contra su filo. La empuñadura se moja con su transpiración. El empedrado de la calle, humedecido por la lluvia, hace patinar sus zapatos. Avanza, lanza un grito y una puntada. El otro retrocede. Saborea la sal de una gota de sudor.
No tiene tiempo para otras sensaciones. Su cuerpo se bambolea, cargado de golpes y de cocaína. Su rival hace una finta, busca su smoking murmurando en alemán. Los dos se estudian hasta donde pueden. Por un instante, el hombre del abrecartas siente el impulso de la huida. No tiene ni siquiera un arma decente para defenderse. Aunque, tal vez, no sea una mala idea quedarse a pelear: él deseaba un mundo mejor. ¿Y si el mundo se vuelve mejor sin su presencia?
Se encomienda a Dios y apunta con el abrecartas hacia el otro.
Demetrio López (Adrogué, 1962) es psicólogo, conductor de radio, productor de TV. Trabaja en la productora Endemol, Radio Ciudad, Radio Perfil, Diario Perfil y otros medios. Tango para orquesta y esvástica es su primera novela.
Azul Francia es una editorial boutique, independiente y autogestiva que nació en 2018, en Buenos Aires, con el objetivo de difundir la literatura que nos gusta. Tenemos colecciones de cuento, novela, poesía y ensayo. En nuestro catálogo conviven autores ya conocidos con otros que recién están empezando. Apostamos a la diversidad y a crear una comunidad tanto de lectores como de autores. Áreas de publicación: Narrativa (cuento y novela), Poesía, Teatro y Ensayo
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